Cuando piensas en visitar la Ciudad de México, seguramente tu mente va directo a los clásicos: recorrer el Centro Histórico, visitar museos, caminar por Coyoacán, perderte en las calles de la Roma o tomarte fotos en Polanco. Y aunque todo eso es parte de la magia de la ciudad, hay otros planes menos obvios que pueden sumar algo diferente a tu visita. Uno de ellos es ir al béisbol.
Sí, el béisbol. No es lo primero que aparece en las listas de “qué hacer en la CDMX”, pero cada vez son más quienes descubren que un partido aquí puede ser tan disfrutable como cualquier otra actividad cultural o gastronómica. Si te gustan los deportes, qué mejor, pero si solo quieres vivir algo nuevo, sentarte en las gradas del estadio puede ser una gran manera de conocer otro lado de la ciudad.
El estadio donde todo pasa
El equipo de casa son los Diablos Rojos del México, uno de los más emblemáticos de la Liga Mexicana de Béisbol. Su hogar es el Estadio Alfredo Harp Helú, inaugurado en 2019 dentro de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca, en Iztacalco. Este estadio es bastante moderno y tiene capacidad para más de 20,000 personas.
Durante 2024 y 2025, se ha consolidado como el estadio más popular de la Ciudad de México, superando en asistencia a muchos otros recintos deportivos. De hecho, algunos medios han señalado que el béisbol está ganando terreno frente al fútbol, especialmente entre las nuevas generaciones. El entusiasmo por este deporte ha crecido notablemente, mientras que el fútbol ha perdido seguidores, en parte por los resultados de sus equipos.
Ir a un partido de los Diablos es toda una experiencia. El ambiente es relajado y familiar, y verás niños con guantes de béisbol esperando una pelota, parejas tomando cerveza en las gradas, grupos de amigos que no paran de platicar mientras el juego avanza de fondo. Aquí nadie está apresurado, nadie está pegado al celular, y aunque hay emoción con aplausos, porras y gritos, todo fluye con calma.
Además, si eres de los que disfrutan comer mientras ven deportes, el estadio tiene varias opciones como los clásicos hot dogs, hamburguesas y nachos, pero también tacos, alitas y hasta comida más elaborada. Hay varios puestos de cerveza y stands con botanas, así que si eres de buen comer, estarás bastante contento.
Una forma diferente de vivir la ciudad
Quizá pienses que ir al béisbol solo es atractivo si te gustan los deportes. Pero la verdad es que no necesitas ser fan ni entender las reglas para pasarla bien. Hay algo en la atmósfera que hace que todo sea disfrutable, incluso si no sabes exactamente qué está pasando en el campo. Puedes platicar, comer, reírte con las ocurrencias de las botargas y de los vendedores ambulantes que anuncian sus productos con frases graciosas.
Además, el público de los Diablos Rojos es muy entusiasta, pero al mismo tiempo tranquilo. Hay porras y cánticos, pero no hay el ambiente tenso que a veces se vive en otros deportes. Es un evento donde conviven familias, grupos de amigos y turistas que simplemente querían hacer algo diferente. Si buscas una actividad para salir del recorrido típico de museos y monumentos, esta es una opción bastante divertida.
Un equipo con historia
Los Diablos Rojos del México tienen más de 80 años de historia y son considerados uno de los equipos más ganadores del béisbol mexicano. Su apodo, “los pingos”, es bien conocido entre los aficionados, y el equipo ha formado parte importante de la vida deportiva de la ciudad.
Verlos jugar es también ver parte de la cultura popular de la CDMX. Las camisetas rojas, los gorros con cuernos, las canciones que suenan entre entradas y la mascota del equipo forman parte de la experiencia. No importa si eres turista o local, ir a un partido es una forma de sentirte parte de esa tradición, al menos por un día.
Cómo llegar desde Central Hoteles
Si te hospedas en Central Hoteles, llegar al Estadio Alfredo Harp Helú es sencillo. Puedes tomar un Uber y estar ahí en alrededor de 30 minutos.
Los partidos suelen jugarse por la tarde o por la noche, por lo que puedes planear tu día recorriendo el Centro Histórico y luego ir al estadio.
Revisa el calendario de juegos en la página oficial de los Diablos Rojos para elegir la fecha que más te convenga.
Después del partido, regresar a descansar al Centro Histórico será el cierre perfecto para un día distinto en la Ciudad de México.
Hospedarte en Central Hoteles te da la ventaja de estar en el corazón de la ciudad, listo para seguir descubriendo, sin importar si al día siguiente toca historia, gastronomía o quizá, por qué no, otro juego de béisbol.