En el Centro Histórico de la Ciudad de México, cada paso te lleva a una maravilla diferente: desde fascinantes ruinas prehispánicas hasta terrazas con vistas fabulosas. Es un lugar donde puedes disfrutar pan recién horneado en el desayuno, pasear por calles llenas de vida, visitar museos emocionantes y cerrar la noche con un cóctel artesanal con vista a las luces brillantes de la ciudad.
Si estás planeando tu visita, aquí tienes una guía para pasar un día completo en el Centro Histórico, disfrutando lo mejor que esta zona tiene para ofrecer.
Un gran día comienza con un buen desayuno. En el Centro Histórico, un lugar icónico para desayunar es El Cardenal, famoso por su pan dulce recién horneado y su auténtico chocolate caliente.
Otra excelente opción es el Balcón del Zócalo, donde además de disfrutar de una comida deliciosa, tendrás una increíble vista panorámica del Zócalo, el Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana.
A unos pasos del Zócalo encontrarás el Templo Mayor, que fue el principal centro ceremonial del pueblo mexica (conocidos como aztecas en tiempos modernos, aunque su nombre propio era mexicas, pronunciado “Meh-SHEE-ka”). Aquí podrás descubrir la historia del templo e imaginar la vida en su metrópoli, Tenochtitlan.
Te recomendamos visitarlo temprano, ya que el área al aire libre puede ser muy calurosa cuando el sol está fuerte y no hay mucha sombra. Después de recorrer las ruinas, entra al museo del sitio, que resguarda impresionantes piezas encontradas allí mismo.
Es la calle peatonal más famosa del Centro Histórico y un lugar imperdible. A lo largo de ella encontrarás tiendas de ropa y diseño mexicano, iglesias y edificios históricos, arquitectura increíble y varios recintos culturales.
Pasa por Café Central a cualquier hora, de día o de noche. Si te hospedas en alguno de los tres hoteles de Central Hotels en el Centro Histórico, aquí podrás disfrutar de bebidas y snacks gratuitos las 24 horas.
Es la parada perfecta para recargar energía antes de seguir explorando el barrio.
El Centro Histórico alberga algunos de los mejores museos de todo México, así que incluir al menos uno en tu itinerario es casi obligatorio.
Admira los murales en el Palacio de Bellas Artes y aprovecha para ver una exposición temporal o un concierto.
Otra gran opción es el MUNAL (Museo Nacional de Arte), que resguarda una colección impresionante y de gran tamaño.
Tip: estos museos son enormes, así que si quieres verlos completos en una sola tarde, no te detengas demasiado en las salas que no despierten tu interés.
El Centro Histórico es un paraíso para los amantes de los tacos. Muchas taquerías locales se han hecho famosas por su sabor y tradición, y visitarlas es un clásico en cualquier recorrido.
Puedes seguir nuestra Ruta del Taco en el Centro Histórico para descubrir algunas de las más destacadas.
O bien, para una experiencia realmente especial, visita el Taco Tasting Room, un innovador concepto que convierte la degustación de tacos en un deleite sensorial. Es un espacio íntimo, con cupo para solo 14 personas por sesión, donde cada taco se presenta como una creación gourmet única. Aquí no solo comes: también conversas con el chef y los cocineros, disfrutas maridajes especiales y te empapas de un ambiente diseñado para estimular todos los sentidos.
Es una opción única que se está poniendo de moda rápidamente. Se requiere reservación previa.
Despedir el día viendo cómo se encienden las luces de la ciudad desde una terraza es un plan ideal. Si no desayunaste en el Balcón del Zócalo, este es el momento perfecto para ir y disfrutar una cena o unas copas con una de las vistas más impresionantes del Centro Histórico.
Viviendo tu día de esta manera, creemos que coincidirás en que el Centro Histórico es uno de los lugares más fascinantes de la Ciudad de México. Para aprovechar al máximo tu visita, hospédate en Central Hoteles: la mejor opción por su ubicación perfecta, cálida atención personalizada y beneficios como el Café Central disponible las 24 horas. Hospedarte aquí hará que tu experiencia sea cómoda, práctica y llena de momentos maravillosos de principio a fin.
¡Esperamos verte pronto!
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